Branding espacial de verdad

Los espacios físicos de las empresas han dejado de ser meros escenarios funcionales para convertirse en una oportunidad estratégica

Branding espacial de verdad
08_2025

Vivimos rodeados de estímulos. Todo comunica, pero no todo conecta. 

Los espacios físicos de las empresas ya no se conciben sólo como entornos funcionales: se han transformado en la forma física para establecer un vínculo real entre personas y empresas.

Para nosotros hablar de branding espacial de verdad es hablar de diseñar espacios que reflejen cómo es, cómo se comporta y cómo quiere sentirse una empresa. 

Cuando un lugar se alinea de verdad con el propósito de la empresa, las personas conectan de forma más auténtica con ella.

Pero empecemos por el principio.

¿Qué es el branding espacial?

El branding espacial es la disciplina que traduce una marca en un lenguaje tridimensional. 

Hay quien dice que es aplicar el branding al espacio, como si fuese una decoración. 

Yo prefiero hablar de construir espacios que hablen el mismo idioma que la marca, no sólo a nivel visual o estético, sino también emocional y experiencial.

Por eso en REONDO. siempre decimos que no trabajamos basándonos en el gusto personal, porque tratamos de descubrir la esencia de cada marca para expresarla a través de materiales, formas, atmósferas y recorridos. El resultado: espacios que no sólo representan a la marca, sino que la encarnan.

¿Se puede diseñar la autenticidad?

Una marca auténtica no debería disfrazarse para gustar.

Por eso, aunque la frase parezca no tener sentido, el diseño de un entorno físico no debería partir del diseño, sino de descubrir cómo queremos ser vistos de forma consistente desde el cómo somos.

¿Qué valores queremos que se respiren? ¿Cómo se traduce nuestra cultura en un espacio real? ¿Qué sensaciones queremos que se despierten al cruzar la puerta?

Un proyecto de branding espacial comprometido con la autenticidad no busca sorprender, sino conectar. Y esa conexión ocurre cuando el espacio no se siente artificial, ni sobre-producido, ni genérico.

Cuando hay coherencia entre lo que se ve, se vive y se cree.

¿Es posible hacer un branding auténtico sin considerar el interiorismo como parte de él?

Ignorar el interiorismo en una estrategia de marca es como hablar a medias: puede que el mensaje llegue, pero no con toda su fuerza ni profundidad.

El espacio es una extensión natural de la marca.

Desde una tienda hasta una oficina, desde un restaurante hasta un showroom, el lugar físico refuerza los valores, el tono y la esencia de la marca.

Teniendo esto claro el interiorismo deja de ser un envoltorio para convertise en un activo estratégico del negocio.

¿Qué convierte a un espacio en verdaderamente honesto para una marca con propósito?

Cada vez más empresas buscan ser más abiertas, humanas y conectadas con su propósito.

El branding espacial ofrece una vía para diseñar entornos que acompañen esa evolución con autenticidad. Que no imiten tendencias, sino que respondan a una historia real.

Un ejemplo de cómo llevamos todo esto a nuestro trabajo es lo que hicimos para las oficinas de Rocknrolla, en Sevilla.

Desvelamos la verdad de la empresa sumergiéndonos en su universo. Una organización que promueve eventos de música en vivo basada en la innovación, la sostenibilidad y la cooperación internacional. 

Un perfil jóven y fresco que busca atraer al sur de España eventos musicales de nivel europeo con sus dos salas en Sevilla y con eventos como Electrolunch, POP Caac o Gastrogarden o la promoción y formación de nuevos artistas.

Espacios de verdad

Mostrar tu autenticidad aporta consistencia porque alinea lo que somos, lo que decimos y lo que hacemos con lo que mostramos. Y eso incluye el espacio que habitamos.

El branding espacial de verdad no trata de sorprender continuamente a todo el mundo. Trata de generar espacios auténticos que dejen una huella perdurable en la mente de las personas que lo viven.

José LozanoSOCIO ARQUITECTO

Arquitecto global. Cada día me debato entre la creatividad y la técnica. He nacido y crecido en Sevilla. Mi infancia me la pasé de obra en obra con mi padre, constructor local. Aún me vienen imág...