José Lozano

Arquitecto global.
Cada día me debato entre la creatividad y la técnica.

He nacido y crecido en Sevilla. Mi infancia me la pasé de obra en obra con mi padre, constructor local. Aún me vienen imágenes a la cabeza de esa época cuando huelo la humedad en las primeras fases de nuestras obras.

De él aprendí la importancia de la formalidad, los plazos y la comunicación con el cliente.

Inconformista de nacimiento, durante toda mi vida he tenido una intensa curiosidad por saber cómo funcionan las cosas.

A mitad de la carrera me di cuenta que la arquitectura no era lo mío.

Gracias a la perseverancia que me inculcaron y a varios docentes y arquitectos en Sevilla, descubrí la relación directa entre los procesos creativos y ese ‘cómo funcionan las cosas’ que parecía innato en mí.

Con el paso del tiempo he comprendido que para llegar al resultado de un proyecto de arquitectura, reforma o interiorismo necesito pasar por un proceso caótico en el que se mezclan experiencia, croquis, referencias e investigación para terminar poniendo todo en crisis hasta llegar a un punto de catarsis en el que todo se conecta de forma coherente.

Esta mezcla de construcción, procesos creativos, curiosidad innata y disciplina es lo que me ha convertido en un arquitecto capaz de ver la globalidad de las cosas, con una continua motivación para mejorar nuestros procesos, para saber cómo se construye y cuánto vale lo que hacemos. Para, de esta forma, tener siempre los pies en la tierra.