Las referencias al entorno natural se hacen presentes de múltiples formas en todo el municipio. El agua como principal dinamizador histórico de la vida del pueblo aparece a través de la Fuente de los Doce Caños que baña las lievas presentes en las calles como las de la Avenida del Molino, en la que aparece el solar objeto de la propuesta.
Al igual que el agua, el uso del empedrado como pavimentación del viario urbano o el empleo de fachadas de piedra que contrastan con paredes encaladas, confieren a la localidad de un carácter natural típico de este tipo de núcleo de la sierra onubense.
Se trata de un núcleo en el que, por su topografía y morfología, en forma de herradura en torno al Cerro de Santa Brígida, hace que el paisaje natural del entorno (castaños, encinas y alcornoques principalmente) se encuentre presente de forma directa al transitar por sus calles.
Esa continua presencia de lo natural (paisaje, piedra, paredes encaladas,…) nos servirá de base para plantear una propuesta que se integra en el municipio, haciendo del consultorio un volumen fácilmente interpretable y reconocible por su usuario.
Así se plantea un zócalo de piedra que pretende hacer reconocible la tradición constructiva del núcleo, mientras que en planta alta se plantean dos miradas hacia el paisaje. La primera desde un gran ventanal en la sala de espera, que configura la fachada principal del edificio. La otra desde la sala de estar de personal, que colmata la fachada lateral hacia el Cerro de Santa Brígida.